Contando arroz. Contando personas. Contando las horas
que me quedan. Le rezo al cielo para que abra un agujero y me trague.
Me arrastro como un feto y lloro. Cierro mis
pequeños puños. Miedo y temblor. Mientras que mi trueno
divide la tierra en dos.
Purifica el agua que me llevará. Llévame al lugar de donde vengo.
Padre Celestial: Evapora esta cápsula. Antes de que afloje
mis pequeños puños. Y los cielos se despejen.
Para nunca más volver a estar confinado.